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¿Quién fue Monseñor Eduardo Alas?, Biografia.

La vida de Monseñor Alas tiene muchísimo que enseñarnos para perseverar en la Fe Cristiana.

En la entrega de la Parroquia Santiago Apostol de La Laguna, que se fundaba, al Padre Ramiro Landaverde.

El Padre Eduardo Antonio Alas Alfaro es el segundo de una familia de 8 hijos. Nacio en el Barrio San Antonio, San Rafael, Chalatenango el 2 de Julio de 1930. Su padre don Alejandro Alas, de grata recordación y su madre Doña Bersabé Alfaro vda. de Alas.

Una familia humilde, donde don Alejandro era el padre cariñoso y responsable que aconsejaba y enseñaba a sus hijos todo lo que él había aprendido de la Universidad de la vida. Había en él mucha comprensión y mucho amor.

Era todo un padre a pesar de que no sabía leer.

Doña Bersabé era la doctora de la casa. Estudio hasta 2do. Grado de entonces y enseñaba a leer a sus hijos; pero, sobre todo, enseñaba como se vivía la vida de Dios.

Un hogar, donde se respiraba espiritualidad, vida cristiana y sobre todo, donde todas las noches se rezaba el Santo Rosario.

Era conmovedor ver a los dos en la madrugada, desgranando las cuentas del rosario encomendando a sus hijos a la Santísima Virgen María y para asegurar aquello de que “familia que reza unida, permanece unida”.

Como se turnaban en sus compromisos de vida espiritual, asistiendo a la hora diaria ante la Sagrario de la Iglesia parroquial.

Como fruto de esta vida, saturada de Dios, el Señor llamo a los ocho hijos al Seminario; cuatro con los Salesianos y cuatro en el Seminario Inter Diocesano de San José de la Montaña.

El Señor solamente escogió a uno de cada bando: un Salesiano, Padre José María Alas y un Diocesano, el Pbro. Eduardo, ahora Monseñor Eduardo Antonio Alas Alfaro, nombrado por su Santidad Juan Pablo II, Primer Obispo de la nueva Diócesis de Chalatenango.

A la edad de 12 o 13 años, ingreso con los padres Salesianos en el aspirantado del Colegio San José de Santa Ana.

Debido a fuertes dolores de cabeza el Padre superior lo despacho diciéndole: “Hijo mío, tú no puedes seguir estudiando, regresa a tu pueblo y sigue sembrando maicillo”.

Y regresó a casa.

Pero inquieto, siempre, por ser fiel al llamado del Señor, ingreso con los Padres Somascos en la Ceiba de Guadalupe, donde permaneció poco tiempo pues él quería estudiar y ahí lo tuvieron desempeñando oficios manuales y como no veía claro lo del estudio y persistían los dolores de cabeza, tuvo que regresar, de nuevo a casa.

Los llamados del Señor persistieron, y un día llego a San José de la Montaña pidiendo ingresar a la Eucaristía Apostólica, como postulante para Profesar como Hermano Lego Jesuita.

Un año entero paso desempeñando el oficio de ayudante de cocinero, hasta que, cierto día, hablando con el recordado Padre Juan Antonio Platero, lo recomendó para ingresar al Seminario en calidad de estudiante.

Monseñor tuvo también bienhechores que le ayudaron con sus estudios.

Se ordenó el 30 de octubre de 1960, como Presbítero; siendo la primicia sacerdotal de Monseñor Arturo Rivera y Damas, ya que él y el Padre Benito Alfaro (Q.D.D.G.) fueron los primeros, a quienes confería, por primera vez el Orden Sagrado.


Después de pasar un poco tiempo como Vicario Cooperador del entonces Padre Modesto López Portillo, párroco de Cojutepeque, lo nombraron Párroco de la Iglesia El Calvario de Suchitoto; en donde, caminando por las veredas de las faldas norteñas del Cerro de Guazapa, probó su calidad de Buen Pastor siete largos y penosos, pero fecundos, años en esa parroquia, le permitieron aquilatar sus cualidades y sus dotes de Pastor que le granjearon el aprecio y la admiración de colegas y parroquianos.

Allá por 1968, el entonces pastor de la Arquidiócesis Monseñor Luis Chávez y González (Q.D.D.G.) lo nombro Párroco de Concepción Quezaltepeque 22 años de ardua labor, dura labor, penosa labor de una pastoral de Catequización, orientación, instrucción sobre todo de acompañamiento, construyendo la Iglesia viva, una Iglesia testigo del Resucitado, una iglesia eminentemente Pascual, resucitada y resucitadora, en la que, el fervor ha ido creciendo cada día más y más.

La parroquia Inmaculada Concepción, que en ese tiempo constaba de tres municipios, Concepción Quezaltepeque, Comalapa (donde se erigió un monumento) y La Laguna.

Asi lucía la Iglesia de Santiago Apostol, Actual Parroquia de La Laguna, en tiempos del Padre Alas.

Cuando el Padre Eduardo llego a la Parroquia de Concepción, su gente era muy fría e indiferente; pero poco a poco la presencia activa, servicial y dinámica del nuevo Párroco que, con su espíritu de servicio incondicional al hermano, su porte humilde y sencillo y su disponibilidad, incluso, a costa de su salud y su descanso, fue venciendo aquella frialdad y aquella indiferencia.

Su desprendimiento y pobreza evangélica con que vivía su sacerdocio, comenzó a cuestionar a sus parroquianos: ¿De que vivirá este curita? Ya que no cobra por Bautismos, por matrimonios ni por intenciones en las misas, etc.

Su famosa Land Cruiser (jeep) Toyota, servía de ambulancia, taxi, de grúa para sacar buses de los atolladeros y él era el motorista en cada ocasión; a sabiendas muchas veces, que dejaban marcar el bus, para que el padre los llevara a Chalatenango en su carro y porque yendo con él, los atendían rápidamente en el Hospital.

Podríamos contar muchas anécdotas de su vida pero por espacio no lo hacemos. Solamente añadiremos: Vive su sacerdocio en función de entrega generosa y servicio incondicional a los hermanos.

Hizo sus estudios filosóficos y teológicos en el Seminario San José de la Montaña, San Salvador.
Recibió la ordenación sacerdotal el 30 de octubre de 1960 y desempeño cargos pastorales en Soyapango, Suchitoto y Concepción Quezaltepeque.

 

Nombrado Obispo Diocesano de Chalatenango, el 30 de Diciembre de 1987.

Ordenado Obispo el 27 de febrero de 1988.

Se aceptó su renuncia en el mes de febrero de 2007, la causa, la edad y sus males y estado de salud.

Se retiró de la Catedral Chalateca como Obispo pero siempre visitando su gente.

Fue llamado a la casa de padre, el día de hoy jueves 27 de febrero de 2020.

Fuente: Chalate Mitico

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