Por estas poderosas razones vaya un merecido reconocimiento este 15 de mayo a todas las enfermeras y enfermeros de El Salvador y del mundo, reafirmando su rol indispensable en la sociedad y la categoría de «héroes nacionales» por estar en primera fila del combate contra el COVID-19.
(EN News) El 6 de mayo de 1948, la Asamblea Legislativa, considerando que “la profesión de enfermera es una de las más arduas, abnegadas y nobles en provecho de la sociedad, y que los grandes beneficios que sus miembros aportan a la humanidad son dignos del estímulo público por parte de la patria” declaró el 15 de mayo como “Día del Profesional de la Enfermería”.
Un profesional en enfermería (enfermero o enfermera profesional) tradicionalmente autorizad@ para ofrecer una amplia gama de servicios de atención en salud, los cuales incluyen: tomar historia clínica del paciente, llevar a cabo un examen físico y ordenar procedimientos, o pruebas de laboratorio, en un abrir y cerrar de ojos se despertó desde principios del 2020 ante una nueva y tenebrosa realidad: el COVID-19
Hoy día debido a la aparición de esta pandemia la profesión de enfermería se ha convertido en uno de los oficios más nobles pero también de alto riesgo ante la posibilidad de contagio latente como ya sucedió en varios casos y países ; considerados por la sociedad «héroes nacionales» lo cierto es que el estrés y el miedo también se apodera de estos seres de blanco, hoy luciendo sus trajes de bioseguridad como austronautas, porque nunca en su vida pensaron enfrentarse a la muerte todos los días de ejercicio profesional en El Salvador y el mundo entero.
Ser enfermero o enfermera hoy día para mucha más allá del ícono de salubridad por sus típicos atuendos color nieve , se han convertido en seres heróicos que al mismo tiempo se vuelven exponenciales a adquirir o transmitir en virus COVID-19 por la interacción que cada día, hora o minuto tienen con pacientes y potenciales portadores del coronavirus.
«Nadie sabe lo traumático que es andar con este traje todo un día y saber que te lo colocas para atender a un posible paciente de COVID-19; eso es otra traumático, algo que toca mucho tu sensibilidad emocional y tampoco es fácil estar en un hospital con una mascarilla permanente en jornadas agotadoras …pero cuando lo haces por vocación es porque te lo ordena el corazón » dice una destacada enfermera chalateca .
Y es que la carrera de enfermería es una de las más complejas en este 2020, pues existe, por un lado, el temor del profesional hombre o mujer a enfermar de COVID-19 y, por otro, también ver con sus propios ojos de impotencia cómo muchos pacientes se despiden de esta vida al haber perdido la lucha contra la mortal enfermedad; esos rostros de aflicción no son fácil de olvidar de la mente en un personal médico y paramédico cuando su misión es salvar vidas.
«Desconectar el respirador es algo muy traumático y doloroso a nivel emocional.
A veces siento que soy en cierta forma responsable de la muerte de esa persona, y es triste ver sus gestos de angustia previos a la muerte ”, dice Juanita Nittla, jefa de enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital de Londres.
Por estas poderosas razones vaya un merecido reconocimiento este 15 de mayo a todas las enfermeras y enfermeros de El Salvador y del mundo, reafirmando su rol indispensable en la sociedad y la categoría de «héroes nacionales» por estar en primera fila del combate contra el COVID-19.