Su recuperación se detuvo cuando el gobierno decretó cuarentena para contener la propagación del Covid-19 en El Salvador, en marzo pasado.
Periodista Elder Gómez, colaborador EN News
(EN News) Esta belleza arquitectónica se halla en el Centro Histórico de San Salvador, perdida entre latas y pilares de madera que albergan las ventas situadas sobre la acera, en las cercanÃas del Parque Libertad, frente al conocidÃsimo bar y billar, La Dalia.
Estuvo abandonada durante 8 largos años, aunque antes, este bellÃsimo inmueble capitalino, habÃa sido utilizado como oficina de Gobierno y, el último uso que se le habÃa dado, era el de bodega de telas.
Su acceso pasa desapercibido entre el tumulto de ventas.
Solo tiene una estrecha puerta de acceso, que conduce de inmediato a escalinatas marmoleadas, que llevan al visitante al segundo piso, donde los espera un gigantesco lobby, techado con un inmenso domo con hermosos ventanales, piso de madera barnizado, y majestuosos corredores, en los que se incrustan pilares de cemento estéticamente decorados.
Lámparas traÃdas desde la India penden enmedio de los arcos, y contrastan con el tapizado de las paredes, con litografÃas que reflejan la cotidianidad de la vida en La Habana.
Su recuperación se detuvo cuando el gobierno decretó cuarentena para contener la propagación del Covid-19 en El Salvador, en marzo pasado.
Sus nuevos inquilinos han decidido convertir este histórico inmueble, en el Restaurante «Cha-Cha-Chá, El Sabor de La Habana», que tiene previsto abrir sus puertas, cuando las autoridades sanitarias autoricen el funcionamiento de restaurantes, en la tambaleante Segunda Fase de la Reapertura Económica, el 21 de julio venidero.