¡Hay que ser más humanos para poder lograr cambiar la pesadilla de vivir de ilusiones en un mundo que los políticos vuelven cruel.

Poeta Alexander Campos, colaborador EN News

Imperantemente necesario se hace vivir en un país distinto, este estado es fallido, ya no tiene remedio, los políticos muerden, los pandilleros matan y los que tienen dinero sólo piensan en ellos.

Acá se exprime a los obreros, se dobla al campesino; el jornalero siempre es visto de soslayo, con profundo desprecio y con vil felonía.

Se hace necesario, entonces, vivir en otra patria, escribir otra historia, nacer en otro suelo al despuntar el día, sentirse un ser humano que vale por lo que hace en favor de los otros; no verse atropellado sólo porque ser pobre.

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Denigrado, humillado por no tener dinero, si somos una raza, un mismo complemento, entendamos, entonces, que sin pobres no hay ricos, es urgente pensarlo y, también entenderlo; para salvar al mundo hay que ser más humanos, más soñadores si quieres y más lleno de ilusiones.

Aunque el problema surge, porque no hay humanismo; no hay intención siquiera de sentar precedentes, todos halan el agua siempre hasta su molino; entonces es difícil que se empiece a cambiar este estado de cosas que nos hacen perenne delinquir… zozobrar.

Imperantemente necesario se hace vivir en un país distinto, este estado es horrible, no se tiene conciencia, los políticos roban, los ladrones te asaltan en plena luz del día, los policías se esconden, el gabinete entero piensa sólo en su sueldo y en los bonos exentos sobre el pago de impuestos.

La asamblea es un fiasco, un total descalabro, que rebuznan y ladran mañana, tarde y noche, viven como cobardes escondidos en fueros, nunca ponen la cara si no es en elecciones y son más que cobardes, ignorantes y rudos.

Hay que ser más humanos para crear conciencia del país que queremos, del país que añoramos; hay que ser menos tensos, menos brutos y opacos. Si queremos un mundo más habitable y sano, empecemos ahora a cambiar la estrategia que ya no es funcional.

Hagamos una limpia en el ser interior para saber que somos capaces de engendrar una nueva memoria que nos haga escalar en la conducta humana, que se ha quedado inmóvil, sin poder despegar en el tosco camino que no tiene salida ni adelante ni atrás, y solamente sirve, para saber que fuiste, una piedra de tope, que ni vienes ni vas.

Hay que ser más humanos, para cambiar el mundo; es esa, simplemente, la fórmula secreta que se debe de aplicar, para seguir viviendo sobre este mismo suelo, sin tener que marcharse en busca de otros sueños, que en tantas ocasiones, por distintas razones no logran florecer.

Aquí queda solamente la inmensa pesadilla de vivir de ilusiones en otro ambiente cruel.Entonces, sin dudarlo, se hace urgente y en suma necesario
comenzar a cambiar este desatinado y golpeado país.

¡Hay que ser más humanos para poder lograrlo. ¡Sí, hay que ser más humanos, pero además conscientes que se puede cambiar!