Cargando ahora

Al cierre del 2020 el mundo avanza hacia la transición geopolítica

Todo esto enfrentando a dos bloques manejados por la élite mundial.

Lic.Juan Ramón Ardón , Mercadotecnista y columnista de El Norteño News

(EN NEWS) No hay duda que avanza el nuevo orden mundial y nos encontramos en el mundo en la nueva revolución tecnológica, pero en medio de una tormenta perfecta de diferentes guerras comerciales, biológicas, militares, monetarias, disputa comercial entre vacunas covid-19 y conflictos cibernéticos.

Por un lado EE.UU., Inglaterra e Israel, que representan la vieja hegemonía dominante y por otro lado, el nuevo orden mundial representado por Rusia, China e Irán cada uno con un rol para desplazar al viejo orden mundial que podría dar un paso más avanzado en el 2021 con el Gran Reseteo del viejo sistema económico.

Esto para dar paso a un nuevo sistema que tendrá como característica en cada región o país un sistema cuántico financiero, moverse a la moneda digital: una sola moneda mundial respaldada en oro, un solo ejército y un solo gobierno mundial con una sola religión para desplazar al dólar de EE.UU. que es una moneda sin respaldo en oro.

El petroyuan podría saltar a ese nuevo dominio que está respaldado en oro, el ejército de Rusia garantiza ser la potencia militar tecnológica con armas tan avanzadas (difícil de ser igualada por otra potencia), e Irán con grandes reservas petroleras garantizará el abastecimiento futuro y se apodera del estrecho de Ormuz en el golfo Pérsico.

El que controla este lugar estratégico domina el mundo donde pasa el 34% de los mercantes cargados de petróleo e Irán ahí juega un rol estratégico, mientras China representa el nuevo imperio económico con un ejército muy tecnologizado también.

Este año 2021 será similar al 2020 en todo aspecto e inestable en todo por momentos a punto de explotar una guerra a gran escala en Europa del Este, en el golfo Pérsico y en Asia archipiélago de Asia sobre todo en Corea del Norte; Venezuela podría ser otro epicentro y la guerra de Armenia contra Azervaiyán y China contra India.

En la medida que avance el dominio económico chino y geopolítico ruso, que abre y activa bases militares en el mundo, veremos todos estos eventos, en una coyuntura plagada de problemas internos de los EE.UU.

Estos problemas debilitan su primera democracia y lo ponen en la cuerda floja con una crisis política reflejada en elecciones amañadas que no acepta el partido Republicano encabezado por el presidente Donal trump y los Demócratas encabezados por el nuevo presidente, Joe Biden, que aún no ha certificado su triunfo.

Se espera que el 6 de enero sea una fecha decisiva para dicha certificación, pero todo esto es parte de una crisis política para los EE.UU., en este momento de descenso como potencia dominante. Todo esto nos llevaría a una crisis económica de incalculables consecuencias a nivel mundial.

Se podría agudizar la pandemia covid-19 y sobrevenir un colapso económico y una devaluación del dolar estadounidense que es lo que busca la élite mundial para dar paso prácticamente a un nuevo gobierno mundial, en el cual los ciudadanos estemos más controlados con la nueva tecnología digital y los gobiernos del mundo entrarían en diferentes crisis como el preámbulo del nuevo cambio mundial.

Este nuevo sistema sería más equilibrado, con nuevas normas jurídicas y con mucho respeto tanto al medio ambiente como al ser humano; pretenderá que desaparezca la delincuencia y la pobreza estructural acumulada, pero con costos de sacrificio tales como menos libertades y subsidios, nuevas políticas en el manejo del desempleo; no sin haber pasado por una serie de fenómenos necesarios que abrirán el camino al nuevo sistema u orden mundial.

Entre estos fenómenos: una megacrisis mundial que provocará consecuencias mediáticas, estados en descomposición política y caídas de líderes mundiales e insurrecciones producto de la pobreza y el hambre, así como también más países endeudados en el mundo con alto grado de insostenibilidad.