La democracia no puede ser de dos lobos decidiendo por mayoría de votos
En otros sistemas electorales se favorece a los grandes partidos para facilitar la gobernabilidad; en el nuestro se premia a los pequeños para asegurar la estabilidad.
(EN NEWS)— Nuestro sistema electoral, particularmente en su fórmula para asignar escaños en votaciones para Asamblea Legislativa, favorece a los partidos minoritarios. Esta fue desde hace tiempo una decisión deliberada para favorecer el pluralismo consagrado en la Constitución. Muchos países utilizan la fórmula de “Hare” que utilizamos en El Salvador, o alguna de sus variantes, o la fórmula conocida como “D’hondt”.
Una figura trillada, pero de indudable vigencia y didáctica claridad, ilustra el espíritu de nuestro particular sistema electoral: la democracia no puede ser dos lobos y una oveja decidiendo por mayoría de votos qué van a cenar. Otros sistemas favorecen a los grandes para facilitar la gobernabilidad. El nuestro favorece a los pequeños para asegurar la estabilidad.
En este sistema, los partidos grandes pagan en votos por sus escaños mucho más.
Siempre ha sido así, desde que la Asamblea se integró hace casi 60 años con representación de la oposición. Tener esto presente es de particular importancia en un ambiente de tanta crispación, fanatismo y ceguera como tenemos hoy.
Algunos ejemplos ilustran muy bien esta situación. En 2012, en el departamento de La Unión, ARENA sacó 40,118 votos (40.22% de la votación), mientras GANA sacó 14,697 votos (14.74% de la votación). ARENA tuvo 25,400 votos más que su rival, pero ambos obtuvieron un solo diputado, ARENA por cociente, GANA por residuo.
La misma historia en 2015: más de 20,000 votos de diferencia entre la coalición ARENA-PCN y GANA, pero los dos obtuvieron la misma cantidad de escaños. Más votos no siempre se traducen en más diputados.
A nivel nacional, en 2015, con 923,063 votos, ARENA sacó 35 diputados, 28 por cociente y 7 por residuo. Por cada diputado pagó, en promedio, algo más de 26,000 votos. GANA, con 209,896 votos sacó 11 diputados, 1 por cociente y 10 por residuo. Por cada diputado pagó, en promedio, algo más de 19,000 votos. Con lo que le costaron a GANA sus diputados, ARENA hubiera tenido 48 diputados, 13 más de los que el sistema le asignó. ¿Le hicieron fraude? No. Esa era la regla y nadie protestó.
Deliberadamente he puesto ejemplos que involucran al partido GANA, para dejar claro que ellos, más que cualquier otro, deben saber que la cantidad de votos de un partido, su porcentaje departamental o nacional, no le da diputados en la proporción exacta que corresponde a esa cantidad. A unos les cuesta menos y a otros les cuesta más.
En 2018 entraron por residuos 4 de los 24 diputados del Departamento de San Salvador, 2 de 10 en La Libertad, 3 de 7 en Santa Ana,3 de 6 en Sonsonate, y para no hacer larga la lista: 34 de 84 a nivel nacional. El residuo menor que alcanzó todavía a entrar en San Salvador fue de 10,972, el de San Vicente poco más de 11,000, el de Cabañas 12,000, el de La Libertad 14,000.
Son muchos escaños al alcance de los partidos pequeños. Las encuestas pueden dar probables porcentajes de votos a cada partido. De ahí a calcular cantidades de diputados hay un abismo al que varios han saltado.