ARTE PETROGRABADO DEL CERRO IGUALTEPEQUE MEJOR CONOCIDO COMO CERRO DE LAS FIGURAS
Las representaciones consisten en petrograbados sobre rocas de diferentes tamaños, algunas aisladas y otras en agrupaciones, a veces muy numerosas.
“¿Qué ha sido de ti, mi lago de Güija?, ¿Dónde están las cristalinas aguas, donde mis pies de niña descansaron un día? Allá al otro lado del cerro de mis antepasados” (Poema “Lamento en las orillas”, fragmento).
Con estas líneas donde se hace alusión a dos lugares llenos de historia comienza uno de mis poemas haciendo honor al imponente lago de Guija que rodea el valle de Belén Güijat, jurisdicción de Metapán, Santa Ana, El Salvador, el cual hace frontera con el hermano país de Guatemala, y también al cerro Igualtepeque o popularmente conocido como Cerro de las Figuras, allí mismo donde algún día caminaron nuestros antepasados por aquel camino pedregoso y delgado hasta dar la vuelta a toda la montañita, allí mismo donde vi la luz del día por primera vez, mi lugar natal e inolvidable.
Conozco este bello rincón de historia y legado como la palma de mi mano y puedo decir con propiedad que lo hice mío, porque lo respiré, crecí y me interné en él, y amaré hasta el último de mis días. A lo largo de mi vida lo he explorado una y otra vez, y cada vez ha sido como una nueva experiencia, sin embargo, siento pena e indignación al darme cuenta que lo que yo he alcanzado a ver no es nada comparado a todo lo que realmente había allí, pues al pasar del tiempo ha sido objeto de saqueos y robos y se han minimizado la cantidad de piezas únicas en petrograbados que realmente nuestros antepasados nos habían heredado.
Las representaciones consisten en petrograbados sobre rocas de diferentes tamaños, algunas aisladas y otras en agrupaciones, a veces muy numerosas. Se sabe según informes oficiales que el cerro de Las Figuras tiene la mayor concentración de petrograbados conocida en Centroamérica, con más de 200 grabados identificados.
Para llegar hasta la península debemos tomar una lancha desde el valle del Desagüe, pues en la época de invierno sube el nivel del agua y es por eso que se conoce también como Isla Igualtepeque.
¿Qué podemos encontrar en este arte de nuestros padres ancestrales y que significa?
Brevemente les comento que, a la llegada de los españoles en el siglo XVI, provenientes de Guatemala y de Nicaragua, había varios grupos que hablaban idiomas diferentes. Gran parte del oeste del país estaba ocupado por los Pipiles, de lengua Nahua; mientras que en el oriente del país predominaban los Lencas de filiación Macro-Chibcha.
Los primeros datos sobre la arqueología salvadoreña provienen de los viajes de exploración de E.G. Squier (1855,1858). Según investigaciones por diversos organismos y arqueólogos las rocas fueron talladas durante el periodo postclásico tardío, época en la que podrían haber sido común los sacrificios, aunque no se asegura que hayan sido precisamente humanos, y diferentes rituales.
Podemos encontrar entre los grabados mapas geográficos, deidades mexicanas y descripción de rituales. Como por ejemplo, Quetzalcóatl, o serpiente emplumada, Mictlantecuhtli, según los aztecas es el Dios de los muertos, Xipetotec, Dios guerrero y relacionado bastante con la primavera y las flores, Tláloc, Dios de la lluvia, está también, la piedra más grande de la isla que pesa mas de tres toneladas y mide 3.40 metros de alto la cual posee 19 imágenes grabadas y algunas escenas se parecen mucho a las del vaticano, esta es conocida como la Piedra de las tres Deidades, se encuentra en la orilla y es fácilmente distinguible.
Y así encontramos una serie de dibujos en todo el recorrido alrededor del cerro, y cada petroglifo tiene una interpretación y nos ilustra sobre las costumbres y rituales del cual era protagonista este lugar, los cuales durante la época lluviosa se guardan bajo las aguas misteriosas del lago, y al llegar la época seca quedan al descubierto del sol.
¿Qué problemas enfrenta este lugar ancestral y de historia?
En la actualidad y desde hace muchos años enfrenta cuatro situaciones graves:
Primero: El saqueo, pues la pirámide principal de Igualtepeque fue dañada por una trinchera de saqueo alrededor de 1960.
Sin embargo, desde hace aproximadamente una década, se ha ido saqueando las estructuras de Igualtepeque una por una.
Segundo: A lo largo de los años, varias de las piedras con petrograbados han sido retiradas de Igualtepeque. Durante la construcción de la presa El Guajoyo, ingenieros de la CEL hicieron transportar varias piedras a las instalaciones de la presa y al edificio de la CEL en Centro de Gobierno. Aun hoy encuentran dichas rocas “adornando” pasillos y entradas, basta darse una vuelta por el área del edificio municipal de la localidad.
Así también, personas particulares han robado descaradamente piedras y a la luz del día las suben a camiones con quien sabe a qué rumbo.
Tercero: En ocasiones, la organización Fundación Nacional de Arqueología de El Salvador (FUNDAR) ha recibido denuncias de residentes de Metapán que el sitio arqueológico Igualtepeque enfrenta el peligro de ser destruido, al menos en parte, por un proyecto que se describe como un hotel u otro proyecto de desarrollo.
Cuarto: La potencial venta de la Isla, al haber sido puesta en venta en dos ocasiones por un residente que dice ser el dueño del lugar, ya que el Estado aun no ha resuelto esta situación sobre los derechos de propiedad.
De igual manera por la nula intervención para proteger y promover el cuidado de los tesoros e historia de los bienes patrimoniales del lugar. Según la ley, al no tener el estado potestad sobre el lugar corresponde al gobierno local, la obligación de conservar y salvaguardar dichos bienes culturales.
Este sitio arqueológico se encuentra abandonado como la mayoría, sin presupuesto estatal o internacional para su protección y conservación, por lo que todas y cada una de las piezas que allí aún se encuentren corren el peligro de desaparecer y caer en manos mal intencionadas que lo único que buscan es un beneficio económico sin escatimar el daño generacional que se estará causando al intervenir en la historia de una manera maligna y destructiva.
De esta manera también se propicia que las nuevas generaciones desconozcan sus orígenes y antepasados. Como menciono en cada oportunidad que puedo, el arte es inherente al hombre y ha estado desde los inicios del mismo y a lo largo del tiempo ha servido de manifestación de la vida misma, como lo hicieron nuestros padres pipiles en estas rocas milenarias.
Fuentes consultadas: Fundación de Arqueología Nacional de El Salvador (FUNDAR).