Los comentarios, ya sea de aficionados o no, cada vez están más llenos de esperanza; lo que impulsará a los jugadores a dar más del 100 por ciento en el campo de juego.

(EN NEWS) –Gritos de emoción, lágrimas, risas y una euforia desatada fue lo que vivieron, este sábado, millones de salvadoreños dentro y fuera de nuestra Patria; al ver que la Selecta Salvadoreña se engrandecía, cada vez más, al jugar contra Qatar.

Y aunque al final perdimos 3 a 2 y fuimos eliminados de la Copa Oro, El Salvador se sigue ganando el respeto y admiración del mundo; después de haber tenido un pasado que no parecía prometedor. Si, “perdimos”, pero como los grandes: ¡batallando!

No hay que conformarse ¡nunca! Y tal es así, que la Selecta empieza a brillar y demostrar de lo que estamos hechos los salvadoreños: de un espíritu de lucha y de superación, capaz de vencer las adversidades.

Desde nuestra niñez escuchamos que nos decían: “lo importante no es ganar, sino competir”. Pero lo cierto es que ya en la realidad, no podemos dejar de emocionarnos cuando nuestro equipo gana, y si de futbol se trata, las emociones se desbordan y es hasta como cuestión de honor, meter cada ¡goooool!

Aunque no seamos expertos en fútbol, la Selecta Salvadoreña nos está conquistando con su reciente actuar y, si bien, nos falta mucho camino por recorrer vamos avanzando con pie firme. Sin duda, con estos encuentros futbolísticos nos empezamos a llenar de gloria.

Los comentarios, ya sea de aficionados o no, cada vez están más llenos de esperanza; lo que impulsará a los jugadores a dar más del 100 por ciento en el campo de juego.

Más allá del gane o no de nuestra querida Selecta, no podemos dejar de aplaudirla y reconocer todo lo que está logrando. Y no solo en el área deportiva, sino también en su aporte para que familias y amistades se unan para disfrutar cada partido, y hasta “sufrir” con cada pequeña derrota, pero juntos, latiendo como en un solo corazón por cada pase acertado, por cada gol logrado, por cada vez que la pelota golpea la portería, casi acariciando el triunfo. Estar juntos en armonía no tiene precio.

Muchos conocemos la historia Bíblica de “David y Goliat”, donde el pequeño venció al gigante; y El Salvador ha evidenciado que está lección se sigue repitiendo: con fe, con “garra”, con pasión. Se que vendrán tiempos mejores con nuestra querida “Selecta”, y que se demostrará que aunque El Salvador sea tan pequeñito es grande para luchar, para vencer.

Adelante jugadores de nuestra Selecta, todo un pueblo los apoya. ¡Gracias por regresarnos la Fe en nuestro fútbol salvadoreño!.