(EN NEWS)- La Reserva Federal estadounidense (Fed, por sus siglas en inglés), “fuertemente determinada a llevar la inflación a su objetivo de 2%” anual, aumentó sus tasas de interés de referencia en tres cuartos de punto porcentual el pasado 15 de junio, el mayor incremento desde 1994, según un comunicado oficial.
Se trata de la tercera alza consecutiva y la mayor en más de 27 años, y lleva a las tasas de referencia a un rango de 1.5-1.75 %, lo que aumenta el costo de los préstamos que los bancos comerciales otorgan a sus clientes en el país norteamericano.
La medida también tiene un efecto en los sistemas financieros de otras naciones que dependen del extranjero para mantener liquidez. De hecho, para proteger sus divisas, algunos bancos centrales también tienden a subir sus propias tasas de interés.
Sin embargo, en El Salvador, según la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF), la subida de tasas de la Fed tendrá un impacto focalizado, debido a que la solidez de la banca nacional está sostenida en el fondeo local.
Al 31 de mayo de 2022, el fondeo total de los bancos del país ascendió a $20,473.9 millones, de ello el 91.6 % corresponde a fondeo interno y un 8.4% a externo.
De ese 8.4 %, que proviene de préstamos de fuera, solo un 4.05 % deriva de fuentes de financiamiento de Estados Unidos, lo que, de acuerdo a la institución reguladora, generará un menor impacto en la banca nacional, ya que únicamente ese porcentaje podría experimentar algún incremento en tasas.
El titular de la SSF, Mario Menéndez, explicó que el hábito del ahorro en la población juega un rol fundamental en situaciones de crisis económicas. En el esquema de fondeo de banca al quinto mes, el 85.5 % viene dado por los depósitos hechos por los salvadoreños.
“Durante la reciente crisis generada por la pandemia, vimos cómo la población confió más en el sector bancario, registrándose un crecimiento continuo en los depósitos y en la evolución de los montos de las cuentas de ahorro; esto permitió a la banca mantenerse sólida durante la pandemia”, aseguró el funcionario.
A abril de este año, el saldo de depósitos ya mostraba una dinámica de crecimiento alcista, alcanzando los $16,448 millones, con un incremento de 4.5 % en la comparación punto a punto. Luego, al 20 de junio los montos de las cuentas de ahorro registraron un aumento interanual de $563.8 millones, un equivalente a un 10.8 % más. Sustentado en estos datos, el superintendente señala que el escenario es bastante alentador.
Asimismo, otros indicadores como los montos de los préstamos, al 20 de junio, también reflejaron un crecimiento interanual de $1,280.8 millones, un signo fehaciente del dinamismo que mantiene la economía en el país.
Las afirmaciones de Menéndez también coinciden con recientes declaraciones del presidente ejecutivo del Bancoagrícola, Rafael Barraza, quien dijo que el aumento de tasas de interés afecta principalmente la tasa de crecimiento de la economía mundial, pero que el impacto directo en el país no es tan fuerte.
“La tendencia histórica es que el país se ve poco afectado por el incremento de la tasa de interés de la Fed, se han dado pocos movimientos; sí hay alguna sensibilidad, pero ha sido relativamente baja”, apuntó Barraza.
Por último, Menéndez subrayó que el costo del financiamiento externo sigue siendo bajo para el país. No obstante, advirtió que, a largo plazo, si el banco central estadounidense continúa aumentando las tasas “ese pequeño porcentaje podría traducirse en aumentos en tasas de interés en el sistema financiero”, aunque tendría un efecto mínimo comparado con la región.
