(EN News) – El alcalde capitalino, Mario Durán, informó que el reordenamiento del centro de San Salvador está en la fase final, y solo falta remover el 5 % de los vendedores que están en la 6a Calle Oriente y la 2a Avenida Sur, lo que se hará en el transcurso de dos meses cuando pasen a los mercados capitalinos.
Desde el pasado domingo, al menos un centenar de vendedores que se ubicaban atrás de la Biblioteca Nacional, empezaron a ser removidos, y junto a ellos, la alcaldía retiró las estructuras metálicas de sus puestos.
Los vendedores resintieron que tras el desalojo deben ir a sus casas y no hay una opción inmediata para ubicarse nuevamente y retomar sus labores, lo cual les urge porque deben pagar cuotas a los bancos y pagar otras deudas.
No obstante, todos los vendedores consultados están conscientes que deben irse de las calles, cuando reciban el aviso de la comuna.
En los alrededores de la Biblioteca Nacional los vendedores informales aún mantienen las calles acaparadas con ventas de frutas, verduras, ropa y utensilios de talabartería y metales.
Entre las vías que aún mantienen ventas están la Avenida Cuscatlán, un tramo de la 6a Calle Poniente, otro tramo de la 4a Calle Poniente, y un tramo de la 4a Calle Oriente.
Sin embargo, el movimiento de ventas informales inició en abril del año pasado, cuando cerca de mil vendedores de la calle Rubén Darío fueron notificados que tenían 48 horas para quitar sus puestos y esperar a ser asignados en el nuevo mercado Hula Hula.
La alcaldía ha dicho que todos los movimientos han sido “voluntarios”, pero los vendedores han alegado que no tienen otra opción.
A ellos les siguieron los vendedores de la calle Arce, el pasaje Morazán, la 1a y la 3a Calle Oriente, las avenidas que de la Juan Pablo llevan a la Darío, los vendedores de la iglesia El Calvario, la 6a Calle Poniente y la Avenida 29 de Agosto.
Además, los del predio de la exbiblioteca, la calle Delgado, la zona de la exlotería, el pasaje Cabañas, y la conocida “Esquina de Los Libros”, hasta que finalmente iniciaron con la remoción de los puestos de la 6a calle oriente y la 2a avenida sur, atrás de la Biblioteca Nacional.Según la comuna, más de 5,000 ventas informales se han quitado de las calles y se han trasladado a los mercados municipales.