Redacción: Alejandro Martínez
(EN News)- El nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, emprendió lo que auguró como una nueva carrera de “obstáculos” para transformar este país devorado por la corrupción, que ha puesto en jaque una frágil democracia.
Arévalo, sociólogo, socialdemócrata y exdiplomático de 65 años, asumió el poder poco después de la medianoche de este lunes tras una atropellada jornada en el Congreso, que retrasó la ceremonia de investidura por nueve horas.
Tras ser investido en la madrugada empezó a recibir mensajes de apoyo de la comunidad internacional que lo acompañó en su calvario judicial tras ganar las elecciones.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue uno de los primeros en felicitar al nuevo presidente de Guatemala, y en su mensaje destacó que en Arévalo “un testimonio histórico del compromiso compartido con la democracia y la voluntad de la población”.
Y que por eso ”en los próximos meses y años, quiero mantener la estrecha alianza entre naciones mientras avanzamos en temas de Derechos Humanos, reforzamos la seguridad civil, combatimos la corrupción, atajamos las causas de la migración y ampliamos las oportunidades económicas para la población de nuestro hemisferio y de todo el mundo”, subrayó Biden en un comunicado.
También el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, celebró la toma de posesión de Bernardo Arévalo después de los intentos de boicot de la clase política y judicial.
“La democracia ha ganado en Guatemala”, señaló en redes sociales el jefe de la diplomacia europea.
Borrell aseguró que “se abre un nuevo capítulo” en Guatemala y en este, la Unión Europea estará “al lado del pueblo guatemalteco y de sus instituciones, defendiendo el estado derecho y promoviendo la cohesión social”., y descartó que vayan a retirar el paquete de sanciones contra quienes atenten contra la democracia.
El apoyo para Arévalo también está en Guatemala
El presidente Bernardo Arévalo cuenta con el apoyo sobre todo de las comunidades indígenas que le piden acabar con la exclusión, y una juventud que necesita oportunidades para no emigrar.
El nuevo presidente recibe a una Guatemala con 60% de sus 17,8 millones de habitantes en la pobreza, uno de los índices más altos de América Latina que lleva a miles a tomar camino sin papeles, rumbo a Estados Unidos.
“Será muy complicado gobernar, responder a las expectativas de la gente, que pide enfrentar a los corruptos y atención de su situación socioeconómica”, aseveró Luis Linares, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales.
Pese a las dificultades que se avecinan, Arévalo promete una “nueva primavera”, evocando a los gobiernos de los expresidentes Juan José Arévalo, su padre, y Jacobo Árbenz, una década (1944-1954).