DOMINGOS DE POESÍA. AUTORES
Vicente Aleixandre y Merlo. Poeta español nacido en Sevilla. Está considerado como uno de los grandes poetas españoles del siglo XX. Perteneciente a la Generación del 27, recibió el Premio Nobel de Literatura en 1977.
Su obra se caracteriza por el uso de la metáfora y se le reconoce como el principal poeta surrealista español. Se le conocen tres etapas: poesía pura (influencias de Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas y Jorge Guillén); Poesía surrealista; Poesía antropocéntrica (el hombre se convierte en el centro de atención del universo).
Disfrutaremos de dos de sus poemas y un tercer poema de mi autoría, que podréis leer desde esta misma web.
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✔Por Mirelha
@mireyaguzmanburgos
Poema1
Las manos
Mira tu mano, que despacio se mueve,
transparente, tangible, atravesada por la luz,
hermosa, viva, casi humana en la noche.
Con reflejo de luna, con dolor de mejilla, con vaguedad de sueño
mírala así crecer, mientras alzas el brazo,
búsqueda inútil de una noche perdida,
ala de luz que cruzando en silencio
toca carnal esa bóveda oscura.
No fosforece tu pesar, no ha atrapado
ese caliente palpitar de otro vuelo.
Mano volante perseguida: pareja.
Dulces, oscuras, apagadas, cruzáis.
Sois las amantes vocaciones, los signos
que en la tiniebla sin sonido se apelan.
Cielo extinguido de luceros que, tibios,
campo a los vuelos silenciosos te brindas.
Manos de amantes que murieron, recientes,
manos con vida que volantes se buscan
y cuando chocan y se estrechan encienden
sobre los hombres una luna instantánea.
Poema 2
Acaba
En volandas,
como si no existiera el avispero,
aquí me tienes con los ojos desnudos,
ignorando las piedras que lastiman,
ignorando la misma suavidad de la muerte.
¿Te acuerdas? He vivido dos siglos, dos minutos,
sobre un pecho latiente,
he visto golondrinas de plomo triste anidadas en ojos
y una mejilla rota por una letra.
La soledad de lo inmenso mientras media la capacidad de una gota.
Hecho pura memoria,
hecho aliento de pájaro,
he volado sobre los amaneceres espinosos,
sobre lo que no puede tocarse con las manos.
Un gris, un polvo gris parado impediría siempre el beso sobre la tierra,
sobre la única desnudez que yo amo,
y de mi tos caída como una pieza
no se esperaría un latido, sino un adiós yacente.
[Sección “Huella Poética ” bajo la dirección de Mireya Guzmán Burgos escritora de nacionalidad española. @mireyaguzmanburgos]