Redacción: Alejandro Martínez
(EN News) – La libertad provisional brindada a Dani Alves ocupó los principales diarios del mundo el pasado 25 de marzo. El exfutbolista abandonó la prisión tras la decisión de la Justicia después del pago de una fianza, que escalaba al millón de euros, para continuar el proceso fuera de la cárcel a la espera de que la sentencia de cuatro años y seis meses por el abuso sexual a una joven en una discoteca de Barcelona quede firme.
El ganador de 43 títulos a lo largo de su carrera deportiva, que lo tuvo vistiendo camisetas de clase mundial como Barcelona, Juventus y PSG, entre otros clubes, se mantiene recluido en su domicilio personal, localizado en el municipio español de Esplugues de Llobregat.
Pero durante las últimas horas registró su primera aparición pública abandonando su hogar para cumplir una de las obligaciones judiciales, ya que acudió a la Audiencia Provincial de Barcelona.
Alves está obligado a reportarse semana a semana como una de las cuestiones impuestas por el tribunal con la intención de mostrarse a disposición en la causa y, de esta manera, certificar que no se ha fugado de España. Anteriormente, entregó sus dos pasaportes. Arribó a la dependencia a las 9:20 en compañía de su abogada, Inés Guardiola, y deberá realizar este trámite cada viernes, aunque en esta ocasión se adelantó un día por el feriado del Viernes Santo.
En su llegada, se lo vio conversando con su letrada, y hasta una persona le gritó a la distancia: “Dani, ¿cómo estás?”. El hombre de 40 años limitó a seguir caminando para subir las escalinatas y, más tarde, vivió un tenso momento con un individuo que asistió al lugar, lo insultó y todo quedó grabado en un video divulgado por el diario español Mundo Deportivo.
“Alves, tienes mucho dinero para violar, ¿no? Es dinero para violar y para pagar”, le gritó, mientras el destinatario continuaba sin emitir palabras. A continuación, la persona siguió: “En Brasil te matan rápido. No te asombres, eh. Desgraciado”.
En ese momento, se escuchó que alguien intentó calmar los ánimos. Sin embargo, el hombre en cuestión prosiguió con su actitud desafiante: “¿Qué, tranquilo? Hay que matarlo a ese desgraciado. Es un puto violador”.
Fuente: Agencias
