DOMINGOS DE POESÍA. AUTORES

José Maximiliano Revueltas Sánchez, conocido como José Revueltas, nació el 20 de noviembre de 1914 en Santiago Papasquiaro, Durango.
Considerado uno de los narradores más importantes del siglo XX en México.

Además de escribir novelas y cuentos, también fue guionista, ensayista y crítico político; analizó tanto las estructuras económicas de México, como el sistema universitario.

Disfrutaremos de dos de sus poemas y un tercer poema de mi autoría, que podréis leer desde esta misma web.

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✔Por Mirelha
@mireyaguzmanburgos

Poema1

Antes de que me vaya…

Antes de que me vaya, antes de que me mueras y me llores, quisiera poseer ese pedazo de sombra en que estabas detenida la última vez, donde no cabías, aquel espacio puro en el que te negabas a estar, pero tan anclado por tu presencia, donde te pisaba el aire y doblaban tu cuerpo aquellas esquinas del tiempo, y tú no hablabas ni reías, detenida, amarga mía, maravillosa y sola.

Pero déjame, antes de que me vaya, antes de que me dejes, antes de que tu sangre comience a salir de mis dedos y te tome y se embriague para decirte adiós.

Poema 2
En este sitio

Que cierren los ojos, que tapen con siglos las edades

y nieguen la tierra y la aborrezcan y la escupan

si no quieren saber nada de la luz y la santa agonía.

Yo estoy aquí como la hormiga, como el arado,

porque no soy nadie y estoy de boca al suelo, besando todo loque pasa.

Si me invitan a morir lejos digo que no,

que mi sitio es el de la muerte aquí donde todos los planetas lloran

y los niños estan con las plantas esperando que amanezca.

Sé que debe amanecer y no en el cielo

sino entre las piedras y entre las manos de las gentes,

que debe amanecer antes de Cristo, después de Cristo,

en esta era y en este verbo que nos sale destrozado y dando gritos.

Que se tapen, que se queden cerrados, que nadie les dé auxilio,

que la voz les estalle antes de la palabra, que no puedan llorar nunca,

que no lloren jamás y la vida les sea alegre, horrorosa,

atrozmente alegre sin una sola lágrima,

si no levantan las manos y no se piden perdón

y no tienen la soberana, hermosa virtud de la agonía.

Yo estoy aquí sentado, yo estoy aquí caminando.

Yo estoy aquí.

Nadie me quiere aquí, yo lo sé.

Nadie quiere que me vaya de aquí, lo sé también.

No quiero que nadie venga y nadie se retire.

Estoy aquí.

[Sección «Huella Poética » bajo la dirección de Mireya Guzmán Burgos escritora de nacionalidad española. @mireyaguzmanburgos]

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