«Kleider machen Leute» – «Vestidos hacen a la Gente»

Alma Janet Ardón Meyer, escritora Salvadoreña-Aleman para EN News

«Kleider machen Leute» (vestidos hacen a la gente) es un dicho popular en Alemania que se remonta a viejos tiempos, expresión que pasa bien en esta sociedad. Viajar por el campo y ver campesinos con pantalones cortos de cuero no es una rareza, los llamados «Trachten» (trajes tradicionales) son algo muy típico del sur de Alemania, y de Austria. Son un estamento de estas culturas, aunque todos los países de Europa tienen sus propios vestuarios autóctonos, los que más llaman la atención son del sur de Alemania.

No obstante, que la clase trabajadora pobre vistió en sus inicios estos trajes típicos, es decir que, esta cultura del vestir tiene como contexto el campo y el trabajo de casa, los vistieron años más tarde las clases pudientes, los nobles, quienes los hicieron bien conocidos. Se sabe que Francisco José II, Emperador de Austria y Rey de Hungría y Bohemia, quien fue el esposo de la famosa emperatriz «Sissy», solía ponerse los pantalones cortos de piel para ir a cazar.

En una de las muchas ciudades medievales, como Rothenburg ob der Tauber, en sus fiestas patronales la gente se viste con sus variados «Trachten». Los cortes, los estilos tienden a ser diferentes, pues cada región tiene sus propios atuendos, pero lo que tienen en común son sus colores oscuros. Estos últimos, los sobrios son los típicos de las regiones protestantes, frente a los más coloridos «Trachten» de las regiones católicas.

Los «Trachten» surgen en el siglo XVI, pero a partir de estos en el siglo XVIII, surge una nueva vestimenta. Estas vestimentas regionales en el sur de Alemania y la región de los Alpes, que finalmente nada tienen que ver con los históricos «Trachten», se creó un nuevo concepto para las mujeres y para los caballeros. Se crean nuevos trajes, así como también para niños y niñas.

El vestuario de la mujer se llama «Dirndl». Es hasta hoy bien popular, aunque tienen tras de sí dos siglos. Gozan de gran aceptación, se usan en las fiestas populares, ferias de los santos y en el ámbito privado, como bautizos, comuniones y matrimonios. Es algo bien normal ver en los restaurantes a sus trabajadores vestir estas prendas como uniforme.

«Dirndl», la palabra que viene de la palabra popular “Dirn”, hace referencia a una muchacha trabajadora de la casa y del campo. El «Dirndl» es un vestido largo con su delantar, fustán, blusa de escote profundo, corpiño, sombrero o pañuelo de cabeza, y para ello hay también sus propios zapatos. Los «Dirndl» hay en todos los colores y textiles. La vestimenta del hombre se compone del pantalón de cuero tipo overol, que llega abajito de las rodillas, camisa, chaleco, saco, sombrero, pañuelo para el cuello y zapatos.

El «Dirndl» al principio fue diseñado con telas bien gruesas para poder soportar el clima invernal. En la actualidad se confeccionan en algodón, lino, lodón y telas más ligeras. Cabe aclarar que algunos estilos se pueden repetir de región en región, más, sin embargo, hay connotaciones bien diferentes.

En sus inicios la blusa fue blanca, pero con el correr del tiempo esto se cambió, las hay a cuadros, en tonos pasteles para el verano, en tonos más fuertes para el invierno. La falda o vestido, ya que es variable, puede ser hasta la rodilla o puede ser hasta el tobillo.

El nudo del delantar tiene varios significados, según el nudo, si este es frontal significa mujer virgen, nudo atrás significa mujer viuda, nudo a la derecha mujer con pareja, nudo a la izquierda mujer soltera. La media es algo opcional mientras que el calzado posee el tacón ancho y puede llevar una hebilla, los zapatos pueden ser negros, pero se pueden combinar con el color del vestido. También juegan un importante rol los accesorios, como zarcillos, collares, pulseras y bolsos.

En Alemania la ropa típica para los hombres surgió por la necesidad del duro trabajo en el campo. La rudeza de esa indumentaria está representada plenamente en el pantalón de cuero. Los pantalones pueden tener tres largos posibles: por encima de la rodilla, sobre la rodilla y hasta los tobillos. Los pantalones poseen un bolsillo simple en la parte derecha y para ser sostenidos se usan, también unos tirantes que pueden estar bordados, las camisas pueden ser blancas o a cuadros, también pueden ser unicolores. Se emplean unas medias blancas largas hasta las rodías, llamadas «Strumpfhosen».

Se llevan sombreros de fieltro negro o verde con cinta y con un mechón largo que simula una especie de pincel, prenda que se le conoce como «Trachtenhut» y al mechón se le llama «Gamsbart». Los zapatos tradicionales fueron creados por un hombre llamado Franz Schratt, pensando en las pesuñas de las cabras y se conocen como «Haferlschuhe». El traje tradicional de gala se complementa con un chaleco rojo, corbatín y una chaqueta de tonos sobrios.

Esta moda, tanto femenina como masculina se ha inculturado a través del tiempo, acoplándose a la necesidad o al gusto de la gente joven. Son muchas las modas que de una manera u otra han sido manipuladas político y económicamente. Existe una marca bien cara de ropa de mucho prestigio en Alemania que fue el proveedor de los uniformes militares en el tiempo de Hitler. También este gobierno tuvo un responsable para los trajes típicos:

Estos nuevos «Trachten» fueron creados por Gertraud Pesendorfer que buscó unir la nueva ideología nazi con su amor por esta forma de vestuario. Tanto el «Dirndl» como la vestimenta masculina fueron de este modo descatolizado y desprotestantizado. El surgir de esta moda se llevó a cabo en un ambiente conservador, católico y protestante, regiones que hasta hoy profesa su religión, es decir se crean vestidos, blusas sin mangas, lo largo se volvió corto hasta las rodias, ello para dar algunos ejemplos.

Los trajes típicos en la Alemania de Hitler sufren un gran cambio, se requería estar bonita, elegante para el “Führer» y según ellos promover la belleza única de la raza pura. En la feria o fiesta de la cerveza en Múnich, hace a algunas personas recordar el tiempo hitleriano, pues es ese tiempo que ha influido a la elaboración de los «Dirndl» que se usan ahora y se exhiben con mucho orgullo en esta celebración de la cerveza en esta ciudad. Estos trajes por lo general todos se los pueden costear, pero hay también en precios exorbitantes que realmente muy pocas personas pueden pagar.

En la Alemania de ahora exhibir los pechos femeninos a través de profundos escotes, no es usual, más bien, despierta miradas inusuales, solo a través del «Dirndl» se pueden mostrar los pechos sin despertar curiosidad. El Dirndl es accesible para todas, los hay a partir de 50 euros y para la persona con dinero los hay hasta con bordado a manos y en las más finas y caras telas, como la ceda y el legendario lino.

Das «Oktoberfest» en Múnich, la fiesta de la cerveza en octubre, la ciudad se viste de colores, todas y todos visten estos trajes, vestidos populares en una gama de muchos colores, fiesta en la que participan personas de todo el mundo. En Múnich hay muchas tiendas de ropa con bastante tradición en venta del Dirndl, pantalones de cuero y sus respectivos accesorios.

En muchos lugares en el estado de Baviera hay fábricas de textiles que elaboran estos bellos ropajes, lastimosamente en este mundo capitalista en el cual vivimos, ha decaído este modo de producción que necesitaba mano de obra calificada y fueron fuente económica por dar mucho trabajo. Pero a pesar de todo hay todavía una industria de la confección.

Es interesante saber que una pieza femenina haya pasado por mucha historia sin perder actualidad y belleza, lo mismo a pasado con el famoso pantalón de cuero que también está bien presente en la actualidad.

(Arte y Literatura es una sección especializada de El Norteño News bajo la dirección de Marina Sigüenza, poeta y escritora Salvadoreña, derechos reservados 2022)

 

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