Redacción: Alejandro MartÃnez
(EN News)- Veinticinco minutos después del terremoto que sacudió el centro de Japón el dÃa de Año Nuevo, un tsunami de varios metros de altura azotó el pueblo de Shiromaru, causando devastación en esta comunidad costera donde residen mayoritariamente ancianos.
Una persona murió, pero los cerca de cien residentes de la aldea, como Yukio Teraoka y su esposa, conocÃan perfectamente el protocolo de evacuación, asà que salieron corriendo de sus casas y pudieron huir a tiempo a terrenos más elevados.
«Ya no podemos vivir en nuestra casa», relató a la AFP Teraoka, de 82 años, que junto a su esposa intenta sacar con una pala la arena empapada que entró a su hogar con el maremoto.
«Allà hay 30 kilos de arroz», dijo su esposa, que se puso guantes de goma rojos, un gorro de lana y una mascarilla protectora, señalando un contenedor del tamaño de un frigorÃfico en el suelo.
«Pero ahora que está empapado por el agua de mar, no sirve para nada», explicó.
En otras localidades de la penÃnsula de Noto, el terremoto de magnitud 7.5 también sembró la devastación y una maraña de escombros de madera, metal y plástico cubren las calles.
Amontonados en el suelo, se ven muebles, colchones y zapatos, además de un peluche empapado de Snoopy, aunque en Shiromaru, como en muchas localidades rurales de Japón, no hay niños en edad escolar.
Según un balance del sábado, el terremoto dejó 126 muertos y cerca de 200 desaparecidos. Más de 30.000 personas están refugiados en albergues.
«No hemos recibido ninguna ayuda»
En Shiromaru sólo unas pocas personas trabajaron el viernes para limpiar los escombros, con poca ayuda de las autoridades que están sobrepasadas.
«No crep que hayamos recibido equipos ni alimentos en cantidades sustanciales», dijo a la AFP Takushi Sakashita, un hombre de 59 años que vive en una zona cercana.
Sakashita explicó que no quiso recoger raciones de alimento en un refugio cercano para que pudieran distribuirlas entre quienes más las necesitan.
Fuente: AFP