Paraguay elige como presidente a Santiago Peña, economista del Partido Colorado
Fuente: New York Times
(EN NEWS) — Los paraguayos eligieron este domingo a Santiago Peña, un economista conservador de 44 años, como su nuevo presidente, manteniendo así a la nación sudamericana bajo el control del Partido Colorado, de derecha, el cual ha gobernado el país durante, todos menos cinco de los últimos 76 años.
Este resultado se traduce en que Paraguay, un país sin salida al mar con siete millones de habitantes, ha resistido el viraje hacia la izquierda que ha experimentado América Latina en los últimos años.
En cambio, los paraguayos le han otorgado la victoria a un candidato de derecha que realizó promesas vagas sobre crear nuevos empleos, reducir los precios de combustible y energía y sacar a los drogadictos de las calles.
Peña obtuvo el 43 por ciento de los votos, con el 99 por ciento de los votos contados, con lo que superó a dos contendientes que dividieron el voto de la oposición.
Su elección podría hacer que la relación entre Paraguay y Estados Unidos, un aliado cercano, se haga más compleja.
Peña es un protegido político del expresidente paraguayo Horacio Cartes, uno de los hombres más ricos del país y líder del Partido Colorado.
En enero, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones a Cartes al acusarlo de dar millones de dólares en sobornos para asegurar su llegada al poder y por establecer vínculos con Hezbolá, el grupo militante islamista.
En su discurso de victoria el domingo por la noche, Peña estuvo junto a Cartes, lo abrazó y le agradeció. “Su aporte, presidente, no se paga sino con la moneda del respeto, del aprecio y la valoración”, dijo Peña. “Gracias por esta victoria colorada”.
La victoria de Peña muestra que su partido ha mantenido un control firme de la sociedad paraguaya décadas después de la caída de la dictadura del general Alfredo Stroessner, un régimen del Partido Colorado que gobernó al país de 1954 a 1989.
La poderosa maquinaria política del Partido Colorado se reveló el día de las elecciones, con una densa red de operadores políticos repartidos por todo Paraguay. Supervisaron las mesas de votación, trasladaron a personas de comunidades indígenas a las urnas e impulsaron a los electores para votar por Peña.
Esa organización, al parecer, compensó el complicado discurso que Peña tuvo que ofrecerle a los votantes. Durante la campaña, Peña se presentó como un rostro nuevo, a pesar de ser exministro de Hacienda de Paraguay y una figura destacada del partido político dominante, el cual fue fundado en 1887.
Peña también intentó distanciarse del presidente actual de Paraguay, Mario Abdo Benítez, quien también pertenece al Partido Colorado. Benítez, quien no pudo volver a postularse debido a los límites del mandato, es uno de los líderes más impopulares de América Latina debido a su manejo de la pandemia de coronavirus, según algunas encuestas de opinión.
Pero el desafío más complicado de Peña fue su estrecho vínculo con Cartes. El gobierno de Estados Unidos acusó a Cartes de tener “un patrón coordinado de corrupción”, y alegó que le pagó hasta 50.000 dólares al mes a los legisladores durante su presidencia y que realizó algunos de sus negocios ilícitos en eventos organizados por Hezbolá.
Cartes ha negado las acusaciones, de las cuales ha dicho que tienen motivaciones políticas. El expresidente rechazó las solicitudes de entrevista.
Un opositor político, Efraín Alegre, quien terminó en el segundo lugar en las elecciones del domingo con un 27 por ciento de los votos, aprovechó las acusaciones durante la campaña y calificó a Cartes como el “Pablo Escobar paraguayo”, además de afirmar que Peña era el “secretario” de Cartes.
Peña dijo en una entrevista el viernes que creía que Cartes era inocente y que no podía entender cómo Estados Unidos pudo haberse equivocado tanto.
“Creo que este va a ser uno de los grandes misterios junto con: ¿será que el hombre llegó a la Luna? O ¿quién asesinó al presidente Kennedy? Son los misterios sin resolver que nunca podremos saber”.
El domingo por la noche, de pie junto a su mentor, Peña lideró en su celebración de la victoria un canto de “Horacio, querido, el pueblo está contigo”.